El mindfulness y la auto-compasión son parte de mi práctica. Ambas técnicas están entretejidas en mis sesiones ya que entiendo que como seres humanos, podemos ser muy autocríticos y carecer de perspectiva. Valoro la práctica de mindfulness ya que creo que al estar presentes en todo momento vivido puede cambiar nuestra perspectiva de pensamientos negativos a pensamientos positivos y ayudarnos a ver y apreciar la belleza que hay a nuestro alrededor, reduciendo así cualquier síntoma.   

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Al desarrollar amor y compasión y dirigirlos hacia nosotros mismos, podemos cultivar la aceptación, la calma y la presencia libre de juicios, reduciendo así la depresión, ansiedad y estrés. Investigaciones demuestran que el poder de la práctica de mindfulness y la auto-compasión pueden contribuir a tener una imagen personal más positiva, reducir rumiación y preocupación, reducir tristeza, incrementar la resiliencia, desarrollar una relación más sana con la comida, reducir adicción, mejorar la calidad de las relaciones, expandir la alegría e incrementar la atención.